Vida sana, vida ordenada

Creo que no había lavado tantas veces el escurridor en toda mi vida. Bueno igual sí, pero como hacía más cosas a lo largo del día… el recuerdo se diluía en mi despistada cabeza. Pero es que ¡hasta me preocupo por lo que me voy a hacer de comida! que sea equilibrada con lo que comí y cené ayer, no te pases con los hidratos, mete algo de verdura. ¡Buf! hasta estoy haciendo ejercicio en casa. De verdad que como esto dure mucho, no me voy a reconocer. Y me va a dar pena porque estaba muy acostumbrado a mi mismo. Creo que hice un poema de esto una vez ¿no?

Hoy hemos tenido un mal rollo laboral por el WhatsAPP del trabajo, pero como eso no es relevante y sé que os gusta saber que he escuchado, os diré que escucho en bucle Vigilantes del Espejo, que va a ser la canción del verano ¡de nuestro verano!. Raquel apunta para esa fiesta que estás preparando. Oye y si vas de Estela Garro ¿lo demás de qué iremos?… esto lo tendremos que hablar. Bueno y que también he estado escuchando Dvořák, que ya sabeis que hay una historia muy graciosa de cuando Mme. Puisac me enseñó como se pronunciaba, porque en el pueblo de uno estas cosas como que no se escuchaban. Se me ha vuelto a hacer tarde, os dejo. Besos a tutiplen.

huevosduros

Arriba los corazones

De entretiempo

Foto de archivo

Holaaaaa!

Ayyy, ayer me pilló el toro y no puede escribir

No me siento con mucha energía para decir de nuevo lo que tenemos que hacer. Creo que ya lo tenemos todos bastante claro. Ahora hay que tener cuidado con el desánimo. Que esto ya se hace largo y puede haber despistes. Estad atentos. No perderse nadie por favor.

He pensado, que llegados a este punto en el que todavía nos queda bastante: ha llegado la hora de proyectar. De pensar qué es lo que vamos a hacer este verano. Cuando todo esto haya pasado.

Yo seguiré con mi plan en la medida de lo posible. Como estaba preparando concienzudamente unas oposiciones y tenía posibilidades de aprobar. Pensaba celebrarlo en el día de mi cumpleaños. Como me gusta a mí. Con todos y todas. Pero claro, la oposición está ahora en un limbo y nadie sabe cuando…

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Dolor y Gloria… oh yeaaaaah!

Almodovar ha vuelto a por lo suyo. Tras la hueca Julieta, que giraba entorno a un sufrimiento vacio e impostado hasta el tedio y parapetada detrás del cartel más feo de toda su filmografía, Almodovar nos ofrece un relato de autoficción del que poca gente hablará mal en este país. Bueno, que tontería, en este país hablar mal del talento es toda una industria.

Pero vamos que en la peli hay para contentar a todos, notas biográficas confesionales (o no), grandes interpretaciones, amor, humor, destellos de rencor, cine dentro del cine, algo de costumbrismo rural, tequila, un poquito de heroina, una madre en la que se reflejan las madres de toda una generación y unos cuantos dolores extraños. Ha vuelto Almodovar, menos histriónico, sin grandes artificios argumentales ni elipsis al borde de lo increible, una película en la que todo fluye, todo encaja. Y esto señoras y señores, es una fiesta.

letsparty

Esto también es una fiesta. Una que debió durar tres o cuatro días, como esa que nos contarón en el trabajo…

La gran fiesta

Suspiro (escribir aquí onomatopeya), lejos quedan esos años en los que la semana santa era una fiesta. Una gran fiesta. Miro triste el calendario y me pregunto que coño hacer con estos cuatro días que hoy me parecen miseria.

fiesta

Terminan las fiestas. El viento todavía seguirá jugando con las nacionalidades unos días. Nos acercamos al equinoccio, igual horas de sol, igual horas de noche. Lo dice la señora del telediario y yo ya pienso en cambiar la ropa de los armarios. Adiós camisas de manga corta y pantalones a la rodilla. Comienza el curso y a lo único que me he inscrito es a bádminton. Tripito iniciación. Sí, nunca he sido demasiado ambicioso. El resto es una incógnita. Quiero viajar. Subir, bajar. Sin demasiadas prisas. Nunca me ha importado la lluvia. Siempre que tenga un lugar seco en el que guarecerme. Hay palabras que solo de pronunciarlas te llenan la boca. Terminan las fiestas. Recoge la orquesta.

findefiesta

La grande bellezza

Salí del cine sin tocar el suelo. Yo no es que no entendiera todo como mi gran amiga Elena (let’s be friends…), es que como le he dicho muchas veces, me importa un huevo de pato el no entender. No siento la necesidad de tener todo bajo control y si algo me gusta en el cine, es que me dejen con la boca abierta. Y no, no hacen falta grandes efectos especiales para esto, solo un torrente de imágenes como el que tiene La Gran Belleza, una música apropiada y un guión que deje al menos tantas cosas en el aire como las que cuenta.

la gran belleza4

¿Cómo volver a escuchar Raffaella sin acordarse del cumpleaños de Jep Bambardella? ¿y como apartar de tu mente a Ramona vestida con su mono de fiesta cuando pienses en la elegancia?. Excesiva, Felliniana, provocadora, ingeniosa, imprescindible.